EFECTO NOCEBO VS EFECTO PLACEBO

EFECTO NOCEBO

Volvemos a la carga con una publicación cargada de información que, aunque a veces parece muy obvia, es muy recurrente, es un tema con el que tenemos que lidiar a diario y explicar a nuestros pacientes.

Como ya os he contado en otras ocasiones, el dolor no siempre está relacionado con lo que vemos en el diagnóstico por imagen (por eso las pruebas de imagen son COMPLEMENTARIAS). Es más, en determinadas ocasiones, los resultados de las pruebas de imagen pueden hacer que el dolor aumente. Esto es por el EFECTO NOCEBO.

Poneros en situación: Tenéis una molestia en la zona lumbar, no es un dolor agudo, pero es incómodo y lleváis un tiempo con él, así que decidís ir al médico para ponerle solución. El médico os hace pruebas de imagen y… TACHÁN!!! Os dice que tenéis una hernia lumbar y que os tenéis que operar.

El resultado de esta situación es el MIEDO. Y este miedo va a hacer, muy probablemente, que vuestra molestia se convierta en dolor, y lo que antes no os suponía una limitación, ahora sí lo sea.

Otro ejemplo del Efecto Nocebo es la expectativa negativa ante un tratamiento, la sugestión, la idea de que un tratamiento no nos va a ayudar. La explicación de esta situación es que el dolor lo modula el cerebro, de manera que, si tenemos una predisposición al dolor, este aumentará su nivel, llegando incluso a bloquear los movimientos relacionados con la estructura que nos duele.

Como ejemplo de esta situación, que vemos casi a diario en consulta, tenemos el ejercicio para combatir el dolor. Imaginad que tenéis un dolor que va desde la zona lumbar hasta la pierna / el pie, una Ciática de toda la vida, y os metéis en internet y buscáis ejercicios o estiramientos para aliviar la Ciática, los hacéis y el dolor, en lugar de remitir, se vuelve más intenso, así que decidís ir al Fisio y, después de valoraros y exploraros, os decimos que os vamos a enseñar una serie de ejercicios.

Vuestra cabeza, en lugar de pensar que son ejercicios guiados y adaptados a vuestro caso concreto, va a pensar que el ejercicio va a hacer que el dolor aumente. Vuestro cerebro va a estar predispuesto a un aumento del dolor porque es la experiencia que ha tenido previamente. En este caso, el problema es que, si bien es cierto que hay determinados ejercicios globales que funcionan en muchos casos, hay determinadas circunstancias en las que tenemos que adaptar cada ejercicio a cada paciente y a cada patología concreta.

Sin embargo, se ha demostrado que el Efecto Nocebo puede tener una base fisiológica y puede estar medido por mecanismos neurobiológicos complejos, es decir, una determinada noticia, un fármaco o un tratamiento concreto puede provocar la liberación de sustancias químicas en el cerebro que desencadenen una respuesta de estrés y aumenten la sensibilidad a los estímulos negativos.

EFECTO PLACEBO

Como efecto contrario, tenemos el EFECTO PLACEBO. Este efecto es provocado por una sustancia o por un tratamiento que no tiene unas propiedades terapéuticas específicas pero produce beneficios en la salud de los pacientes, simplemente por la creencia o expectativa de que va a funcionar.

Esto se da, por ejemplo, en ensayos clínicos en los que el grupo de control recibe una pastilla de azúcar en lugar de un tratamiento farmacológico y, aun así, obtiene una mejoría de los síntomas, como, por ejemplo, la mejoría de los síntomas psicológicos como la ansiedad o la depresión, o la mejoría de los síntomas subjetivos, como la fatiga o el insomnio.

Pero, aunque leáis esto, el Efecto Placebo no es un engaño de la ciencia hacia los pacientes. Se suele utilizar en estudios de investigación para comprender los mecanismos de la mente y del cuerpo y para maximizar el beneficio de los pacientes, o bien para demostrar la eficacia o no de un medicamento nuevo o puesto en tela de juicio.

RESUMEN

El EFECTO NOCEBO es la manifestación de efectos perjudiciales o indeseables provocados por una sugestión negativa. Por otro lado, el EFECTO PLACEBO es el efecto positivo que experimenta el paciente como resultado de la fe en el tratamiento que va a recibir, sin estar unido a efectos farmacológicos reales.

Podemos ver los efectos PLACEBO y NOCEBO, por ejemplo, en ensayos clínicos o estudios de investigación, donde los pacientes del grupo control que reciben el tratamiento Placebo pueden llegar a experimentar, tanto resultados positivos como resultados negativos a pesar de no estar recibiendo ningún tipo de tratamiento activo, simplemente por la creencia de que sí lo están haciendo y su predisposición a que funcione o a que fracase.

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