
Hoy os quiero hablar de una patología muy conocida (desgraciadamente) por los fisioterapeutas, y no precisamente porque sea de las que más tratamos, sino porque es muy común que la padezcamos, pero antes de entrar en materia, tenemos que ver un par de conceptos importantes:
El Túnel Carpiano es una zona muy estrecha formada por huesos y ligamentos que está en la base de la mano, pegada a la muñeca. A través de él pasan el Nervio Mediano y los Tendones de los músculos que flexionan los dedos de la mano.
El Nervio Mediano se origina en el Plexo Braquial y baja por el brazo hasta la mano. Es el encargado de proporcionar sensibilidad y control muscular a ciertas partes de la mano. Inerva los músculos flexores del antebrazo, los músculos tenares y los lumbricales.
Cuando este nervio se comprime o sufre presión a la altura de la muñeca, padeceremos el Síndrome del Túnel Carpiano.

CAUSAS
Como hemos dicho anteriormente, el Síndrome del Túnel Carpiano es el resultado de la compresión del nervio mediano a la altura de la muñeca. Esto puede deberse a la inflamación de los tendones, la hinchazón de los tejidos que lo rodean o la presión excesiva y mantenida en esa zona.
Aunque algunas veces es difícil determinar el origen de esta compresión, existen factores como lesiones de muñeca (fracturas o esguinces, por ejemplo), y padecer alguna enfermedad subyacente, como puede ser artritis reumatoide, hipotiroidismo, diabetes u obesidad, que pueden favorecer su aparición.
Al ser una patología que tiene una relación muy estrecha con los tendones de la muñeca, la tendinitis de dichos tendones será una causa muy importante a tener en cuenta, y como en toda tendinitis, las actividades repetitivas y el uso excesivo de la muñeca en flexión y extensión, como puede ser escribir en el teclado del ordenador o utilizar determinadas herramientas manuales, provoca la inflamación de los tendones, lo que disminuye el espacio del túnel carpiano provocando los síntomas propios de esta patología.
La propia anatomía de la muñeca también es un factor a tener en cuenta en esta patología. Algunas personas tienen una estructura anatómica que les hace más propensos a desarrollar esta dolencia, como por ejemplo aquellas que tienen un túnel carpiano más estrecho de lo normal o alguna malformación en los huesos de la muñeca que comprima de por sí el nervio mediano.
También se ha demostrado que es más posible sufrir el Síndrome del Túnel Carpiano en mujeres embarazadas. Esto se debe a la retención de líquidos que se da durante el embarazo.
Pero estos no son los únicos motivos por los que podemos sufrir problemas en el Nervio Mediano, también pueden ocurrir por neuropatías periféricas o traumatismos de muñeca, pero esto lo veremos en otra ocasión.
SÍNTOMAS
El Síndrome del Túnel Carpiano puede provocar dolor, entumecimiento, hormigueo y/o debilidad, sobre todo en el pulgar, el índice y el dedo medio de la mano, así como dolor en la muñeca que puede irradiar al antebrazo, sensación de pérdida de fuerza o debilidad en la mano hasta el punto de dificultar el agarre de objetos, sensación de cosquilleo o ardor en la mano o los dedos, dificultad para realizar movimientos finos o precisos con la mano afectada, sensación de hinchazón en los dedos (aunque no haya hinchazón visible) o incluso pequeños calambres en la mano o los dedos afectados.
Estos síntomas pueden ser diferentes en cada personas, pero suelen comenzar de manera gradual y empeorar por la noche y al realizar actividades que impliquen flexión o extensión de muñeca de manera repetitiva. Suelen dificultar actividades de nuestra vida cotidiana, como pueden ser conducir, sostener un libro para leerlo o coger cosas, incluso aunque sean pequeñas.
Las pruebas de imagen pueden ser importantes para descartar que haya una patología subyacente. En este sentido, el médico podrá recomendarnos un estudio electromiográfico o estudios de conducción nerviosa para descartar patologías más graves.

TRATAMIENTO
El tratamiento del Síndrome del Túnel Carpiano puede ser quirúrgico o conservador.
En el caso del tratamiento conservador, podemos recomendar el uso de determinadas férulas que inmovilicen la muñeca, la ingesta de Antiinflamatorios no Esteroideos y la Fisioterapia.
Gracias a la Fisioterapia podremos aliviar los síntomas y mejorar la función de la mano y la muñeca. Este tratamiento consistirá en Terapia Manual y ejercicios de movilidad articular para aliviar la tensión muscular y mejorar la movilidad de muñeca y mano, ejercicios de fortalecimiento de la musculatura de mano y muñeca para mejorar la estabilidad y reducir la presión sobre el nervio mediano, estiramientos para aliviar la tensión tendinosa y muscular, termoterapia (aplicación de calor o frío dependiendo del caso concreto del paciente) y electroterapia (como ultrasonido, por ejemplo) para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
También será importante el trabajo de reeducación postural a la hora de realizar actividades de la vida diaria, como por ejemplo una buena postura a la hora de trabajar con el ordenador o un buen agarre de las herramientas manuales para conseguir reducir la tensión en la muñeca y la mano en nuestro día a día.
En casos más graves o en aquellos casos cuyos síntomas no mejoren con el tratamiento conservador (no quirúrgico), la cirugía será el tratamiento recomendado para liberar el nervio comprimido.
