
La Epicondilitis o más conocida como Codo de Tenista es una lesión muy típica en aquellas personas que realizan movimientos repetitivos de muñeca y codo, como los que se hacen al jugar al tenis o al pádel, pero no solo se puede producir al realizar actividades deportivas, sino también al realizar actividades “cotidianas”, como, por ejemplo, limpiar cristales, o actividades relacionadas con algunas profesiones que requieren el uso repetitivo de herramientas manuales, como por ejemplo el giro de muñeca que hacemos al apretar o aflojar tornillos con un destornillador.
Como toda Tendinitis, no es más que el resultado de un mal balance muscular, es decir, sometemos al músculo a más trabajo del que le tenemos acostumbrado, lo que provoca una sobrecarga que acaba inflamando los tendones de los músculos que se insertan en el Epicóndilo (los extensores de la muñeca, por ejemplo).

El Diagnóstico de la Epicondilitis se basa en los síntomas y en la evaluación clínica. Se valora tanto el dolor como la pérdida de fuerza, aunque a veces se realizan pruebas diagnósticas como Radiografías o Resonancias Magnéticas para descartar otros factores que puedan estar causando los síntomas.
SÍNTOMAS DE LA EPICONDILITIS
El síntoma principal es el dolor en la parte externa del codo (Epicóndilo), que puede extenderse hacia el antebrazo, llegando incluso a la muñeca, y también hacia el hombro. También se produce un aumento de la sensibilidad en la zona externa del codo y en el antebrazo.
Además, puede provocar debilidad en el brazo, y, dependiendo de la gravedad de la lesión, incapacidad para mover el codo y/o la muñeca.
El gran problema de la Epicondilitis es lo incapacitante que es, puesto que todo movimiento, tanto de codo como de muñeca, puede empeorar los síntomas haciendo que no seamos capaces de continuar con la actividad que estábamos realizando y actividades “sencillas” como, por ejemplo, abrir un tarro de cristal o coger el cubo de la fregona.
FACTORES DE RIESGO
1) Movimientos Repetitivos: Las actividades que implican movimientos repetitivos de codo y muñeca, como por ejemplo las labores de jardinería, el uso de herramientas manuales como destornilladores o deportes como el golf, el tenis o el pádel, aumentan el riesgo de sufrir esta lesión, ya que exigen mucho a la musculatura que se inserta en el Epicóndilo y puede provocar inflamación y dolor.
2) Edad: La Epicondilitis es una patología más común en personas de entre 30 y 50 años de edad, ya que a medida que pasan los años, la musculatura y los tendones tienden a debilitarse, por lo que estamos más expuestos a lesiones.
3) Malas Posturas: Mantener una postura forzada durante mucho tiempo, como puede ser una mala postura con el ordenador, también es un factor de riesgo para esta patología. Conducir durante largos periodos de tiempo también provoca una tensión repetitiva en el tendón y, por tanto, más riesgo de sufrir esta dolencia y un empeoramiento de los síntomas.
4) Genética: Por último, parece que la genética también supone un factor de riesgo, siendo más propensas a lesionarse las personas con antecedentes familiares de Epicondilitis.
TRATAMIENTO
El tratamiento de la Epicondilitis puede incluir medicamentos antiinflamatorios para reducir tanto la inflamación como el dolor e incluso, en algunas ocasiones, analgésicos más potentes, pero lo más eficaz en estos casos es la Fisioterapia, cuyo tratamiento se centrará tanto en la Terapia Manual para tratar el tendón, reduciendo la inflamación y, por tanto, el dolor, como en la readaptación muscular, buscando la raíz del problema, la actividad que ha causado la inflamación del tendón, y trabajando la musculatura para evitar los desequilibrios que provocan estas dolencias.
En algunas ocasiones, también es necesario el reposo, pausar la actividad que ha provocado la lesión, para trabajar la musculatura de manera que esté preparada para la tensión a la que la vamos a someter al volver a realizar la actividad. No obstante, también existen coderas específicas para este tipo de patología, que hacen que podamos continuar con nuestra actividad disminuyendo la tensión en los tendones.
Por último, en algunas ocasiones se utilizan las inyecciones de Corticosteroides para reducir la inflamación, sin embargo, tenemos que tener cuidado con ellas, puesto que tienen ciertos efectos secundarios que pueden provocar más problemas.
RESUMEN
La Epicondilitis o Codo de Tenista es una lesión que no afecta solo a deportistas, sino que se produce por la repetición de ciertos patrones de movimiento.
Los dos síntomas principales son el dolor y la limitación funcional, provocando, según la gravedad de la lesión, incapacidad para realizar la actividad que provocó esta afección.
El tratamiento más eficaz es el trabajo de fuerza guiado que nos ayude a preparar nuestra musculatura para que no se resienta a la hora de someterla a la presión de la actividad que ha provocado el dolor (jugar al tenis, limpiar cristales o conducir durante mucho tiempo, por ejemplo). Para ello, es necesario ponerse en manos de un especialista que pueda valorar el alcance de la lesión y pautar un tratamiento individualizado para cada caso concreto que englobe tanto Terapia Manual como ejercicios específicos.
