HOMBRO INESTABLE… LUXACIONES RECURRENTES

El hombro es una de las articulaciones más complejas del cuerpo, puesto que tiene muchos planos de movimiento posibles, además de ser una articulación que utilizamos en la mayoría de nuestras Actividades de la Vida Diaria (AVD). En jerga sanitaria, el hombro es una articulación de tipo “Enartrosis”, lo que quiere decir que está formada por un extremo redondeado de un hueso (en este caso, el Húmero) que se une a una cavidad redondeada (que está en la Escápula, en este caso es la cavidad Glenoidea). Gracias a esta estructura, el hombro puede moverse en flexión, extensión, abducción, aducción y rotaciones interna y externa.

A nivel general, está compuesto por la Clavícula (por la parte frontal), la Escápula (por la parte posterior) y el Húmero (en el lateral). Para dar estabilidad a estas estructuras, existe una gran cantidad de músculos, tendones y ligamentos que rodean la articulación, dándole estabilidad y evitando las luxaciones articulares. Entre los músculos más importantes, encontramos el Manguito Rotador (formado por Supraespinoso, Infraespinoso, Redondo Menor y Subescapular), cuyos músculos nacen en la Escápula y se insertan en el Húmero.

Cuando hablamos de Hombro Inestable, nos referimos a aquella articulación del hombro que tiene mayor laxitud o movilidad de lo normal. Existen dos tipos de inestabilidad:

1) Inestabilidad Traumática: Aparece después de una lesión aguda, como una luxación o subluxación del hombro, que puede ser provocada por una caída, un golpe, una lesión deportiva…

2) Inestabilidad Atraumática: Es más común en las personas jóvenes. Se debe a una laxitud inherente en la articulación del hombro.

CAUSAS

El Hombro Inestable puede aparecer por diferentes motivos, desde la predisposición genética hasta una lesión concreta de las estructuras que dan estabilidad a la articulación.

Como hemos visto antes, en el caso de que la Inestabilidad sea Traumática, la causa será externa. En estos casos, es típica después de un accidente de tráfico en el que se vean afectados los tendones o ligamentos, por ejemplo. Otro tipo de actividad que suele desembocar en Hombro Inestable es el levantamiento de peso, ya sea por deporte o por vida laboral, puesto que este tipo de movimientos repetitivos hace que se desgasten las estructuras que aportan estabilidad a los hombros.

Sin embargo, en el caso de la Inestabilidad Atraumática, la causa más común es la hiperlaxitud de los ligamentos y tendones que dan estabilidad al hombro, en estos casos, dichos tendones y ligamentos son más flexibles de lo normal y no mantienen el hombro en su lugar.

Por otro lado, la edad también es un factor importante en este tipo de patologías. Según pasan los años, los tejidos que componen los ligamentos y los tendones que forman parte del hombro se desgastan, lo que, sumado a la debilidad muscular propia de la edad, hace que el hombro sea más inestable conforme cumplimos años.

Por último, existen ciertas patologías subyacentes que pueden empeorar el Hombro Inestable, como puede ser la enfermedad de Ehlers-Danlos, por ejemplo, en la que los tejidos conectivos son especialmente débiles.

SÍNTOMAS

Los síntomas de esta patología pueden variar dependiendo de la gravedad de la Inestabilidad. Sin embargo, el síntoma principal del Hombro Inestable es la limitación funcional, que se da tanto al realizar las actividades cotidianas, de la vida diaria (peinarse, por ejemplo) como a la hora de realizar la práctica deportiva que realicemos.

Dentro de los síntomas, la limitación funcional suele estar provocada por el Dolor en el hombro (puede ser constante o intermitente, y suele empeorar con determinados movimientos y/o actividades), la sensación de Inestabilidad (“parece que el hombro se me va a salir de su sitio” o “parece que se me va a caer el brazo” son comentarios muy típicos de pacientes con esta patología), Bloqueo Articular (impidiendo hacer los movimientos con una amplitud total) y Pérdida de Fuerza (sobre todo a la hora de levantar objetos por encima de la cabeza).

DIAGNÓSTICO

Generalmente, el diagnóstico del Hombro Inestable se basa en la evaluación física y en una historia clínica detallada. Hay determinados test que pueden ayudarnos a diagnosticar esta patología y/o a determinar su gravedad.

El Test de Aprehensión será el que más nos ayudará en el diagnóstico de esta patología. En este caso, el paciente estará tumbado boca arriba con el hombro a 90º de ABD y el codo flexionado 90º. Desde esta posición, colocaremos una de nuestras manos en su mano y la otra en el codo del paciente y llevaremos el brazo a Rotación Externa máxima, valorando la posibilidad de luxación articular.

Por otro lado, las pruebas de diagnóstico por imagen (resonancia magnética o radiografía, por ejemplo) nos pueden ayudar a terminar de concretar el diagnóstico y a descartar otro tipo de lesiones asociadas.

Hombro Inestable
Hombro Inestable

TRATAMIENTO DEL HOMBRO INESTABLE

En los casos más leves, se recomendará el tratamiento conservador, que tendrá el tratamiento Fisioterápico como base, y este consiste en ejercicios de fortalecimiento y estabilidad de hombro. Lo más común es que realicemos ejercicios en Rotación (tanto Interna como Externa), Elevaciones Laterales y ejercicios de remo, por ejemplo. Con ellos, aumentaremos la fuerza de la musculatura estabilizadora que se encuentra alrededor de la articulación.

También realizaremos ejercicios enfocados concretamente a la estabilidad, es decir, en mejorar la capacidad del hombro para mantener una posición estable durante el movimiento. En este caso, haremos ejercicios de equilibrio, ejercicios estáticos en los que habrá que mantener la postura contra resistencia o ejercicios con gomas elásticas, por ejemplo.  (Os dejo un Paper en el que se valoran los ejercicios de equilibrio y propiocepción de hombro frente al ejercicio de potenciación muscular en el tratamiento de un Hombro Inestable)

Además, será importante movilizar el hombro, porque, como hemos dicho anteriormente, la rigidez articular es otro de los síntomas típicos en esta patología, puesto que “agarrotamos” toda la zona y la mantenemos bloqueada para evitar la luxación. Las movilizaciones pasivas o asistidas nos ayudarán a recuperar la amplitud de movimiento reduciendo la rigidez articular.

En los casos en los que haya habido una luxación o una lesión aguda de los tejidos, podría ser recomendable la inmovilización temporal de la articulación para que los tejidos dañados puedan sanar. La inmovilización, generalmente, se hará con un cabestrillo.

En los casos más graves o en aquellos que cursen con recidivas constantes (en los que las luxaciones de hombro pasen a ser un hábito más dentro de nuestro día a día), se considerará la cirugía. En este caso, se repararán o reconstruirán los tejidos dañados que estén dando al hombro más libertad de la debida. Dependiendo del alcance del daño en los tejidos, la cirugía podrá ser artroscópica o abierta.

En caso de que haya que recurrir a la cirugía, como siempre os digo, es súper importante llegar en las mejores circunstancias posibles, puesto que así conseguiremos que la recuperación sea más sencilla y lleguemos a estar lo más cerca posible del estado 100% sano del hombro.

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