¿EMPEZAMOS A JUGAR AL PÁDEL?

Hace unos días firmamos una colaboración con una escuela de Tenis y Pádel (Molina Tenis y Pádel Academy), y esto nos ha hecho pararnos a pensar en que la práctica del Pádel ha crecido exponencialmente en los últimos años ya que es un deporte divertido y muy emocionante. Pero el Pádel, como todos los deportes, también tiene riesgos para nuestro cuerpo, sobre todo si empezamos a jugarlo sin estar acostumbrados a practicar ningún tipo de actividad.

¿CUÁLES SON LAS LESIONES MÁS TÍPICAS DEL PÁDEL?

Las lesiones más típicas del Pádel son las Tendinitis, los Esguinces y las Roturas Fibrilares, ya que es un deporte que combina muchos cambios de dirección, mucha velocidad y mucha fuerza explosiva. Vamos a verlo un poquito más en detalle:

LESIONES DE PIERNAS

Una de las principales lesiones derivadas del Pádel son las roturas fibrilares en los gemelos. Esto ocurre porque generalmente, cuando esperamos a la bola, el músculo está más estirado de lo normal, ya que tenemos una posición de alerta que implica tener los tobillos un poco flexionados, y cuando reaccionamos y arrancamos para poder darle, provocamos una contracción (acortamiento) muy rápida y fuerte del músculo. Podemos reducir el riesgo de tener una rotura fibrilar calentando adecuadamente antes de jugar y haciendo un trabajo muscular adecuado que combine fuerza y flexibilidad.

Por otro lado, en el Pádel es muy común moverse lateralmente y hacer cambios muy rápidos de dirección, lo que pone en riesgo las rodillas, sobre todo los ligamentos y los meniscos. Por este motivo debemos hacer un trabajo propioceptivo que nos ayude a dar más estabilidad a las rodillas y reducir así el riesgo de sufrir este tipo de lesiones.

Por supuesto, para evitar este tipo de lesiones, otro factor muy muy importante es el calzado. Debemos usar un calzado adecuado para la práctica deportiva. En este caso, si no utilizamos un calzado adecuado, corremos el riesgo de sufrir lesiones en los dedos de los pies (fracturas del quinto meta, por ejemplo), que parecen poca cosa pero dan mucha, mucha guerra.

LESIONES DE BRAZOS

Las tendinitis forman un porcentaje muy muy alto de lo que vemos cada día en consulta. En el caso del Pádel, los codos son susceptibles de lesión, ya que se producen movimientos repetitivos al golpear la pelota. Como todas las tendinitis, para prevenirlas, debemos hacer un trabajo de fuerza muscular específico paralelo a la práctica deportiva, además de tener una buena técnica de golpeo y una pala adecuada.

En el caso de los brazos, además de los movimientos repetitivos al golpear la pelota, también debemos tener en cuenta la fuerza que realizamos para mantener la pala firme a la hora del golpeo, lo que puede provocar lesiones también en las muñecas.

LESIONES DE ESPALDA

Debido a los movimientos de rotación, flexión y extensión, con cambios de dirección rápidos para llegar a golpear la pelota, los discos vertebrales sufren tensiones que, en caso de no tener la estabilidad muscular necesaria y suficiente, pueden hacer que se lesionen, provocando protusiones o incluso hernias discales.

¿PODEMOS PREVENIR LAS LESIONES?

El Pádel es un deporte muy divertido en el que, además de ejercitar nuestro cuerpo, podemos ampliar nuestro círculo social, lo que hace que cada vez más gente lo practique.

Al jugar al Pádel vamos a ejercitar todo nuestro cuerpo, lo que va a provocar que, si no realizamos un trabajo muscular adecuado, centrado en la fuerza y la estabilidad muscular, seamos susceptibles a lesiones derivadas, no solo de los movimientos repetitivos, las arrancadas, los cambios de dirección… Sino también de la rapidez del juego, ya que a veces se producen resbalones y tropezones que pueden provocar lesiones por malos apoyos.

Como en todos los deportes, las lesiones forman parte de la práctica habitual, pero con un buen trabajo de prevención podemos evitar muchas de ellas y, en caso de sufrirlas, reducir los tiempos de recuperación para volver a la práctica deportiva lo antes posible.

¿Empezamos a prepararnos?

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