El ciclo menstrual es un fenómeno biológico por el que siempre se han interesado tanto las atletas como los entrenadores, ya que afecta, entre otras cosas, al rendimiento físico de la mujer, ya que, durante dicho ciclo, experimentamos fluctuaciones hormonales que influyen en la resistencia muscular, es decir, en la eficiencia de nuestro cuerpo a la hora de mantener un esfuerzo continuo prolongado en el tiempo.
Además de esto, las fluctuaciones hormonales también influyen en el estado de ánimo y la energía de la mujer, factores también importantes a la hora de someter a nuestro cuerpo a un esfuerzo físico de resistencia muscular.
Y otro dato a tener en cuenta es que el nivel hormonal de nuestro cuerpo puede influir, no solo en todo lo mencionado anteriormente, sino también en la fuente de energía de nuestro cuerpo, siendo esta la grasa o los hidratos de carbono.

Dentro del ciclo menstrual encontramos distintas fases:
FASE MENSTRUAL
Los niveles de Estrógenos caen, por lo que nuestro rendimiento físico se verá afectado negativamente, ya que estos ayudan al crecimiento muscular y a lograr una mayor intensidad en el entrenamiento. El “Journal of Strength and Conditioning Research” publicó un estudio en el que sometía a mujeres en el primer día del ciclo menstrual y a mujeres en la fase lútea al mismo esfuerzo físico. Las mujeres que estaban en el primer día del ciclo menstrual tuvieron una resistencia significativamente menor al cansancio que las mujeres que estaban en la fase lútea.
Además, durante esta fase, se produce hinchazón, fatiga, calambres musculares y dolor, así como un aumento en la retención de líquido y en el nivel de Sodio en los tejidos, además de una reducción de las células encargadas de transportar Oxígeno, lo que tampoco beneficia nuestra resistencia muscular.
El equipo olímpico húngaro hizo otro estudio en el que llegó a la conclusión de que el rendimiento deportivo de una mujer en la fase premenstrual y en los 2 primeros días del ciclo menstrual puede verse reducido en el 30% de mujeres con respecto al rendimiento en la Ovulación.
Como último dato, durante la fase menstrual perdemos entre 18 y 24 mg de Hierro diarios y nuestro corazón aumenta su ritmo entre 5 y 15 pulsaciones por minuto estando en reposo, con lo cual, nuestro cuerpo trabaja más sin hacer ningún tipo de esfuerzo extra.
FASE FOLICULAR
Entramos en esta fase justo después de la Fase Menstrual. En esta fase, los niveles de Estrógenos y Testosterona comienzan a aumentar, por lo que nuestros músculos tendrán mayor resistencia al esfuerzo. En este caso, hay otro estudio publicado en “Medicine & Science in Sports & Exercise” del que se sacó la conclusión de que las mujeres que se encontraban en la Fase Folicular tenían mayor resistencia al cansancio muscular que las mujeres que estaban en la Fase Menstrual.
OVULACIÓN
Este fenómeno se da más o menos en el día 14 del Ciclo Menstrual, y sí, también afecta a nuestra resistencia muscular. Nuestros niveles de Estrógenos y Testosterona alcanzan su punto máximo, por lo que será la fase en la que mayor resistencia muscular tengamos y mayor fuerza muscular seamos capaces de hacer. Sobre esto es el “Journal of Sports Sciences” el que hizo un estudio, demostrando que las mujeres que están ovulando obtuvieron mejores resultados en las pruebas de esfuerzo que las mujeres que estaban en el resto de las fases del Ciclo Menstrual.
FASE LÚTEA
Durante esta fase los niveles de Estrógenos y Testosterona empiezan a disminuir, por lo que la resistencia física de la mujer estará, aproximadamente, a los mismos niveles que en la Fase Folicular.

RESUMEN
La fluctuación de los niveles hormonales a lo largo del Ciclo Menstrual afecta negativamente al rendimiento deportivo de la mujer, ya que puede llegar a disminuir notablemente la aptitud física, la fuerza muscular, la resistencia, la velocidad, el equilibrio, la flexibilidad y la coordinación de las mujeres.
En general, esta disminución es bastante más acusada durante la Fase Menstrual, llegando a aumentar mucho el rendimiento durante la Ovulación.
No podemos cambiar las fluctuaciones hormonales de nuestro cuerpo, pero sí podemos prepararnos y adaptarnos a ellas intentando manejar los síntomas premenstruales y planificando nuestro entrenamiento según el momento del ciclo menstrual en el que nos encontremos, reservando, por ejemplo, las actividades de menor impacto (como puede ser la natación), para los días que más débiles nos sintamos y los ejercicios de fuerza explosiva y mayor intensidad para la ovulación, que será cuando el nivel de estrógenos sea más alto y tendremos más ganas y fuerzas para comernos el mundo.
Lo que no debemos hacer bajo ningún concepto es parar la actividad física, ya que puede ayudarnos a aliviar los síntomas hormonales y mejorar nuestro estado de ánimo.
