LA IMPORTANCIA DE LA HIDRATACIÓN

Ya estamos muy cerquita del verano, del calor intenso, y hoy os quiero hablar de un factor que muy pocas veces tenemos en cuenta pero que no por eso deja de ser importante, el AGUA y cómo afecta su déficit a nuestro cuerpo y, sobre todo, a nuestros músculos. Mantenernos hidratados es muy importante para nuestra salud, pero más importante aún es cuando realizamos alguna actividad física.

La deshidratación se da cuando perdemos más agua de la que ingerimos. Esto tiene un efecto negativo en el cuerpo, que puede llegar, incluso, a ponernos en peligro.

¿CÓMO INFLUYE EL AGUA EN NUESTROS MÚSCULOS?

Nuestros músculos están compuestos, aproximadamente, por un 75% de agua, por lo que mantenernos hidratados es muy importante para asegurar un buen funcionamiento de nuestra musculatura.

Cuando nos encontramos en un ambiente cálido o cuando realizamos una actividad física intensa, nuestra temperatura corporal aumenta, y rompemos a sudar, esto es necesario para mantener una temperatura corporal estable. Cuando nuestro cuerpo tiene déficit de agua, no es capaz de regular la temperatura correctamente, esto hace que aumente la temperatura de nuestros músculos, haciéndolos trabajar más duro y, por tanto, haciendo que se fatiguen más rápido que en condiciones óptimas de hidratación.

Por otro lado, cuando un músculo está bien hidratado, sus condiciones de movilidad y flexibilidad son normales, pero cuando sufrimos deshidratación, la elasticidad muscular se ve afectada, haciendo que nuestra musculatura se tense y se ponga rígida. Si practicamos algún tipo de actividad física en estas condiciones, el riesgo de lesión aumenta considerablemente.

Pero el nivel de agua en nuestro organismo no afecta solo a la función muscular. El crecimiento y la regeneración musculares también se verán disminuidos si nuestro cuerpo está deshidratado, ya que el agua es un factor muy importante, tanto para el proceso de regeneración muscular como para evitar lesiones, ya que actúa como si fuese un lubricante natural que aumenta la eficiencia de las contracciones musculares, reduciendo el riesgo de lesión.

Cuando la hidratación de nuestro cuerpo no está en su nivel óptimo, la función celular se ve comprometida. Esto, sumado a que nuestro sistema circulatorio también se verá ralentizado (aportando menos nutrientes y menos oxígeno a la zona lesionada), afecta a la recuperación de las lesiones que podamos haber sufrido haciendo, por ejemplo, que la inflamación de la zona lesionada no desaparezca o que la cicatrización no sea buena y, por tanto, la posibilidad de recaída sea más elevada y el tiempo de recuperación sea más prolongado.

Mantenerse hidratado no es importante solo durante la práctica deportiva, sino también antes de esta, para que nuestra musculatura esté preparada para la presión a la que la vamos a someter, y después de la misma, para que nuestros músculos se recuperen.

La recomendación general es la ingesta de 2-3 litros de agua al día, pero esto depende de cada persona y de la actividad física que realice. En días muy calurosos y con una actividad física intensa, esta cantidad puede quedarse corta, siendo necesario ingerir más agua para compensar la pérdida de líquido.

Otro de los efectos positivos de la buena hidratación del cuerpo al realizar una actividad deportiva es el efecto de las agujetas. Si nuestro cuerpo está bien hidratado, tendremos menos riesgo de padecer agujetas después de hacer ejercicio, ya que, como hemos mencionado antes, los nutrientes y el oxígeno llegarán más eficazmente al cuerpo, mientras que si nuestra musculatura no está bien hidratada, nuestros músculos serán más susceptibles al dolor.

LOS 5 CONSEJOS QUE A MI ME AYUDAN

Y por si te cuesta beber agua, te dejo 5 consejos que a mi me ayudaron mucho a conseguirlo:

1) Lleva una botella de agua siempre contigo y tenla a la vista, así te acordarás de dar, aunque sea, pequeños tragos.

2) Mete una rodaja de limón o unas rodajitas de pepino para que tenga un sabor diferente y así te motive más, pero si no es suficiente…

3) Bebe té, es saludable y da más sabor al agua.

4) Intenta beber un vaso de agua entero en la comida y otro en la cena, así ya tendrás medio litro de agua menos que beber durante el resto del día.

5) Ponte pequeñas metas cada día, trátalo como un reto, como si fuese un juego.

Deja una respuesta